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Inversiones en Materias Primas: Más Allá del Oro y la Plata

Inversiones en Materias Primas: Más Allá del Oro y la Plata

10/11/2025
Robert Ruan
Inversiones en Materias Primas: Más Allá del Oro y la Plata

El universo de las materias primas va mucho más allá de los metales preciosos. Hoy en día, energías, metales industriales, minerales críticos y productos agrícolas ofrecen oportunidades únicas para inversores ávidos de diversificación y protección. Este artículo detalla el contexto macroeconómico hasta 2026, clasifica las familias de commodities y propone estrategias para sacar el máximo partido a cada una.

Contexto macro 2024-2026 del mercado de commodities

La evolución de los precios de las materias primas está marcada por inflación persistente en economías desarrolladas y por las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y Europa del Este. El Banco Mundial anticipa una caída media del 7% en 2025 y otro 7% en 2026, tras un repunte vinculado a la recuperación postpandemia y a la invasión de Ucrania.

Al mismo tiempo, la «desglobalización» impulsa la geopolización de minerales críticos: países como Estados Unidos, China y miembros de la UE refuerzan sus cadenas de suministro de litio, cobre, níquel y tierras raras. La transición energética, con su voraz demanda de metales para vehículos eléctricos y renovables, añade presión estructural que contrasta con un posible frenazo de la economía mundial.

En 2024, el mercado mantuvo una tendencia alcista por demanda creciente, y para 2025 se prevé un escenario mixto: descenso de precios en algunos sectores, pero función de reserva de valor en otros, especialmente en aquellos vinculados a energías limpias y desarrollo tecnológico.

Clasificación de las materias primas

  • Metales industriales y críticos
  • Materias primas energéticas
  • Materias primas agrícolas (soft commodities)
  • Otros metales preciosos (platino, paladio)

Cada grupo presenta dinámicas propias y requiere un enfoque de inversión diferenciado. A continuación, analizamos con detalle cada categoría.

Metales industriales y críticos

La demanda de estos materiales está impulsada por la electrificación, las energías renovables y la industrialización de economías emergentes. A continuación, un resumen de los protagonistas principales:

El cobre sigue siendo una dote de diversificación a mediano plazo, mientras que el níquel y el litio destacan por su vínculo directo con la revolución del vehículo eléctrico. El aluminio y el acero reciben soporte de los costes de carbono en frontera de la UE, y el uranio recupera protagonismo gracias al impulso nuclear.

Materias primas energéticas

El petróleo y el gas dominan el 75% de la producción de commodities. Su volatilidad, marcada por recortes de la OPEP+, tensiones geopolíticas y transición hacia energías limpias, exige ojos atentos.

El Brent osciló en 2024 entre 80 y 85 USD/barril, con previsiones de 80-90 USD/barril para 2025. Sin embargo, el aumento de la oferta en EE. UU. y la regulación climática limitan su potencial a largo plazo.

El gas natural, por su parte, podría experimentar una caída de precios en Europa hacia 2026, ante el aumento de suministro de GNL. No obstante, factores climáticos y la dependencia rusa mantienen la volatilidad.

  • Uso de petróleo como cobertura geopolítica en cartera.
  • Exposición a gas para capturar oportunidades estacionales.
  • Atención a riesgos regulatorios y transición energética.

Materias primas agrícolas (soft commodities)

Alimentos y fibras también cobran relevancia ante la inflación persistente y cambios en patrones de consumo. Cereales, oleaginosas, azúcar y café dependen de condiciones climáticas, costes de transporte y políticas agrícolas.

La demanda en emergentes, ligada a la urbanización y al aumento de la demanda proteica, sostiene precios. Sin embargo, las oscilaciones meteorológicas y la guerra en Ucrania generan picos de volatilidad que el inversor debe gestionar con cautela.

Estrategias de inversión y vehículos financieros

Para acceder a este amplio espectro de materias primas, existen varias alternativas:

  • ETFs especializados en sectores (litio, cobre, energía).
  • Contratos de futuros y opciones, para aprovechar la volatilidad a corto plazo.
  • Fondos de inversión y certificados, para diversificación y gestión activa.

Es esencial considerar la liquidez, el apalancamiento y los costes de almacenamiento en cada vehículo. Asimismo, una diversificación por tipo de commodity ayuda a mitigar riesgos específicos.

Entre las estrategias recomendadas:

  • Combinar exposiciones a metales críticos y energéticos.
  • Rotar posiciones según ciclos macroeconómicos y geopolíticos.
  • Utilizar coberturas y stop loss para controlar la volatilidad.

La inversión en materias primas, más allá de los clásicos oro y plata, ofrece un abanico de oportunidades para mejorar la resiliencia y diversificación de la cartera. Comprender los factores que mueven cada mercado y seleccionar adecuadamente los vehículos de acceso será clave para aprovechar el potencial de este dinámico universo.

Robert Ruan

Sobre el Autor: Robert Ruan

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